Vandana Shiva

Vandana Shiva es una ecologista hindú, doctorada en Física en Canadá y promotora de cooperativas de mujeres que pretenden implantar un sistema de agricultura ecológica y que han recuperado cultivos autóctonos y patrones de cultivo tradicionales, obteniendo una mayor rentabilidad que con las técnicas del agronegocio.

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Vandana Shiva y la biodiversidad

«Mi religión es la justicia» (Vandana Shiva).

Vamos a acercarnos a algunos planteamientos de actualidad en ecología y desarrollo sostenible tomando como referencia la figura de Vandana Shiva, una ecologista hindú de gran carisma. Sus primeras actuaciones en la India están relacionadas con el movimiento Chipko (abrazo) en defensa de los bosques.

Vandana Shiva nace en Dehradun, al pie de los Himalayas, y estudia Física en Canadá. Después de doctorarse, abandona su carrera y regresa a la India «porque comprendí que no debía aliarme con los poderosos».

Los motivos de su decisión son:

  • El fracaso de la Revolución Verde, vinculado al terrorismo del Estado de Punjab (que provocó desertización en los suelos y desarraigo de campesinos).
  • El desastre de Bhopal, una nube de gas tóxico generada por una fábrica norteamericana de pesticidas. Causó unos 30.000 muertos y más de 500.000 heridos. En la primera noche pudieron producirse entre 3000 y 8000 muertes; todavía hoy se siguen sufriendo las consecuencias de la tragedia.

Fundación Mujeres Diversas para la Diversidad

En 1987, Vandana Shiva crea la Fundación Mujeres Diversas para la Diversidad, una pequeña cooperativa de mujeres que pretende implantar un sistema de agricultura ecológica.

La mecanización provocada por la Revolución Verde tuvo un impacto mayor sobre las mujeres que sobre los hombres, dado que ellas se dedicaban preferentemente a labores manuales como el descascarillado del arroz, la recolección de estiércol animal o el acopio de agua.

La cooperativa afronta la recuperación de cultivos autóctonos, que habían sido desplazados por el monocultivo de especies comerciales impulsado por la Revolución Verde, así como la rentabilización de los cultivos sin utilizar elementos externos, aprovechando la capacidad productiva de la naturaleza.

Se recuperan patrones de cultivo tradicionales, como el denominado «baranaja» (doce semillas), típico de las tierras de secano de los Himalayas. Las semillas de doce cultivos diferentes (o más de doce) se mezclan y luego son sembradas al azar en un campo fertilizado con estiércol de vaca y abono de corral. La relación entre diferentes plantas conduce a la simbiosis, aumentando la productividad de los cultivos.

La agricultura ecológica está obteniendo una rentabilidad más alta que la convencional (informes de la FAO).En la agricultura convencional, el mejoramiento de las plantas se basa en la «intensificación» del rendimiento del producto deseado a expensas de las partes de la planta no deseadas. Sin embargo, el producto «deseado» por los campesinos del Tercer Mundo no coincide con el del agronegocio.

Biodiversidad

Podríamos definir la biodiversidad como «la riqueza de organismos vivos, de cualquier naturaleza o complejidad, así como la de los ecosistemas donde viven, que configuran la variación existente entre las especies o dentro de ellas». La biodiversidad depende de las condiciones ambientales y de los procesos evolutivos que la generan y mantienen.

La diversidad biológica es un valor esencial para el funcionamiento de la biosfera; su mantenimiento es absolutamente necesario para el desarrollo sostenible de todos los pueblos y para el bienestar de la humanidad.

La crisis de la biodiversidad actualmente es debida al enorme crecimiento de la población humana, y a la desigual distribución de la riqueza y los recursos.

La pérdida de diversidad biológica no se limita a la pérdida de especies, sino que afecta también a la diversidad genética. A mayor variabilidad genética de una especie más diferentes entre sí serán los miembros de la misma y mayor la probabilidad de que algunos sobrevivan en determinadas circunstancias. La disminución de la base genética limita las posibilidades de la naturaleza de experimentar y de responder con éxito ante situaciones nuevas.

La biodiversidad es un botiquín que contiene medicamentos para curar muchas enfermedades, presentes y futuras.

Navdanya

En 1992, impulsado por la Fundación de Investigación para la Ciencia, la Tecnología y la Ecología, surge el movimiento Navdanya para la Conservación de la Biodiversidad, a través de la promoción de una agricultura sostenible y biológica.

Navdanya significa «nueve semillas» o «nueve regalos», en referencia a los nueve planetas de la cosmogonía hindú. Todo en el seno de la asociación recrea un cosmos regido por las eternas leyes de la naturaleza y la cultura campesina.

The Navdanya Farm está a pocos kilómetros de Dehradun, la capital del Estado indio de Uttaranchal, al pie de los Himalayas. En la granja se cultivan 250 variedades de arroz, entre otros cultivos, recuperadas de los monocultivos de eucaliptos.

La fundación Navdanya tiene como objetivo proteger, mediante la catalogación y la declaración de propiedad común, las variedades locales de semillas frente a las patentes privadas de grandes corporaciones. Navdanya trabaja con los agricultores creando bancos de semillas autóctonas de libre uso, al margen de la legislación oficial sobre patentes.

La fundación Navdanya comenzó esta labor de rescate de semillas en los Estados de Uttaranchal y Uttar Pradesh (al sur de los Himalayas), en tramos de terreno divididos en terrazas, sin uso de agroquímicos. Actualmente la fundación Navdanya cuenta con 20 bancos de semillas en siete Estados de la India, que han recuperado más de 1500 variedades de arroz, así como centenares de variedades de mijo, legumbres, semillas para aceite y otros vegetales.

Pero ha sentado precedente: han surgido numerosas asociaciones en la India y el resto del mundo, en Georgia, en el sur de África y en Asia, sobre todo en Tailandia, donde proliferan los grupos de pequeños agricultores que prueban nuevas formas de autosuficiencia basadas en explotaciones colectivas, nuevos cultivos como plantas medicinales y productos orgánicos o sin pesticidas, muchos de ellos vinculados a centros de investigación como el de la Universidad de Kasetsart.

La fundación Navdanya también enseña cómo producir alimentos respetando la naturaleza y dispone de tiendas para el suministro agrícola e instalaciones para almacenar las cosechas. Se realiza una labor pedagógica constante para «concienciar a los campesinos indios de los efectos negativos de los productos químicos y de las especies modificadas genéticamente» y sobre las diferencias entre la economía tradicional que respeta al hombre y la economía moderna que solo obedece al mercado.