Claudia Lars

Claudia Lars, seudónimo de Margarita del Carmen Brannon Vega, fue una poetisa salvadoreña. Poetisa precoz, con diecisiete años publicó un breve poemario. Pertenece a la estirpe de las grandes poetisas de América, una lírica femenina no por feminista, sino hecha por mujeres plenas que encumbró la poesía latinoamericana. Fue agregada cultural de la embajada de El Salvador en Guatemala y recibió varios premios literarios.

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Margarita del Carmen Brannon Vega, conocida por su seudónimo Claudia Lars, fue una poetisa salvadoreña. Su obra es considerada de un depurado lirismo y destaca por su dominio de la métrica.​ ​

Sus padres fueron el ingeniero estadounidense de origen irlandés Patrick Brannon y la salvadoreña Carmen Vega Zelayandía. Durante su infancia fue amiga de Consuelo Suncín, que fue esposa de Antoine de Saint-Exupéry.

Desde muy pronto recibió la influencia de los clásicos antiguos y españoles (Góngora, Quevedo, Fray Luis de León), así como la de los románticos ingleses y de Rubén Darío. También coincidió con algunos de sus contemporáneos, como el cuentista salvadoreño Salarrué.

Poetisa precoz, con diecisiete años publicó un breve poemario que pasó inadvertido, Tristes mirajes, que vio la luz gracias al mecenazgo del general y poeta Juan José Cañas, uno de sus primeros mentores.

Vida literaria

Claudia Lars pertenece a la estirpe de las grandes poetas de América, a esa lírica femenina (no por feminista, sino hecha por mujeres plenas) que sacó a la poesía latinoamericana de su postración mojigata, fruto de la sensiblería ochocentista. Cantaron al amor con giros eróticos estupendos; con limpia inocencia, invocaron la fertilidad de su cuerpo, su fecundación, el goce de vivir, madres que esperaban un mañana alegre para sus hijos, materna pasión que las convertía en tierra que esperaba la semilla de una nueva vida.

Claudia Lars escribe una poesía transparente, sin que deje de ser profunda; a veces su maestría formal la gana y olvidamos su mensaje, pero en cada poema suyo se encuentra a un poeta manifestando vivencias, abriendo caminos antes inéditos para nuestra sensibilidad, comunicando un estado de gracia nunca antes de ella ni después encontrado en la poesía escrita por mujeres en El Salvador.

Claudia Lars vivió unos años en Estados Unidos y cuando regresó a El Salvador departió con los intelectuales de la época, entre ellos Salarrué, Alberto Guerra Trigueros, Serafín Quiteño y Alberto Masferrer. En 1933 comenzó a usar el seudónimo Claudia Lars. Publicó el libro Estrellas en el pozo en 1934.

Esta obra, bien recibida por críticos y lectores, allanó el camino del siguiente poemario, Canción redonda (1936), al que siguió, tras un paréntesis, La casa de vidrio (1942). En este fértil periodo publicó también Romances de norte y sur (1946), Sonetos (1947) y Ciudad bajo mi voz, libro premiado en el Certamen Conmemorativo del IV Centenario del Título de Ciudad de San Salvador.

En estos años, Lars, como agregada cultural de la embajada de El Salvador, partió hacia Guatemala en 1948.

Regresó a El Salvador y publicó Donde llegan los pasos (1953) y Escuela de pájaros (1955).

En 1959 publicó Fábula de una verdad y Tierra de infancia, obra que presentó como sus memorias poéticas. En 1961 se imprimió una muestra antológica de sus versos destinados a los niños (Girasol), que se complementó aquel mismo año con una selección del resto de su producción lírica (Presencia en el tiempo). Al año siguiente, su poemario Sobre el ángel y el hombre fue distinguido con el segundo premio del Certamen Nacional de Cultura, y en 1965 fue galardonada con el primer premio del certamen conmemorativo del cincuentenario de los Juegos Florales de Quetzaltenango (Guatemala), por su libro Del fino amanecer. Su última obra, Nuestro pulsante mundo, se publicaría en 1969.

Desde su libro inicial, Estrellas en el pozo (1934), el ideal poético de Claudia Lars quedó en evidencia: la transparencia, la sencillez y la ternura como revelación de la belleza, a través de un notable conocimiento formal del verso. El paisaje y los seres que lo habitaban, así como el tema familiar, la influyeron hondamente, como reflejó en La cantora y su pueblo. Ella misma declaró: «Bajo los temores y las supersticiones que con los años se irían desprendiendo de mi credulidad como hojas sin savia, la abuela sembraba en mi mente ideas magníficas: la diferencia que hay entre la cobardía y la acción heroica; entre la pureza del alma y los bajos instintos corporales».

Bibliografía

https://es.wikipedia.org/wiki/Claudia_Lars

https://www.biografiasyvidas.com/biografia/l/lars.htm

https://www.poemas-del-alma.com/claudia-lars.htm

https://www.buscabiografias.com/biografia/verDetalle/10234/Claudia%20Lars