Ana Matnadze

Ana Matnadze: Gran Maestro Femenino y Maestro Internacional

 

«Mi madre me enseñó a jugar; a ella le fascinaba el ajedrez y le sigue fascinando; de hecho, hoy es profesora de ajedrez en un colegio de Georgia, donde es asignatura obligatoria. Ella es mi inspiración y mi referente».

 

Ana Matnadze nació en Georgia el 20 de febrero de 1983. Durante el embarazo, su madre soñó que Anna sería una gran campeona de ajedrez y no se equivocó.

Aprendió a jugar a los cuatro años, y con seis ya viajaba para competir en su país. Su primera entrenadora fue la Gran Maestra Tamar Khmiasdshvili ,varias veces campeona Mundial y de Europa de veteranos actualmente, y su segunda entrenadora fue Nona Garprindashvili, excampeona del mundo de ajedrez y gran ídolo en Georgia. Con doce años la bautizaron según el rito ortodoxo y las autoridades de Georgia le rindieron un gran homenaje, organizando una ceremonia en lo alto de un monte al que llegó en helicóptero. Garprindashvili, su entrenadora, fue su madrina.

Los premios llegaron pronto. Fue campeona del mundo de edades juveniles en dos ocasiones: campeona sub-10 femenina en Bratislava en 1993 y campeona sub-14 en Cannes en 1997. Ganó el Campeonato de Georgia femenino en diversas categorías de edad en 1992, 1993, 1994 y 1998.

Ganó el Campeonato de Europa de edades femenino en cinco ocasiones (1994, 1995, 1997, 1998 y 1999). Y los éxitos deportivos seguían cayendo: pentacampeona de Europa (dos sub 12, un sub 14, dos sub 16) y campeona del mundo sub 14.

Con su equipo, ganó medallas de bronce en Antalya (2002), de plata (2003) y de oro (2004) en competiciones internacionales y de plata individuales (Esmirna 2004 y en San Vicente 2005). También ganó dos medallas de plata con su equipo (en Rethymno 2003 y en Fügen 2006). Ostenta los títulos de Gran Maestro Femenino (2002) y Maestro Internacional (2006).

Cuando conoció España, se enamoró de nuestro país y se trasladó a Barcelona, donde reside actualmente. En 2006 fue campeona de Cataluña. Después fue coronada campeona del Circuito Catalán de Abiertos Internacionales los años 2008, 2009, 2010 y 2011. Ganó los torneos internacionales de Mondariz-Balneario en 2007, Las Palmas en 2009, el Cerrado femenino de Sabadell en 2010 y el femenino de Benidorm en 2011.

En marzo de 2012, Ana Matnadze cambió de federación y pasó a jugar bajo la bandera española, donde siguió acumulando éxitos. Ha participado, representando a España, en tres Olimpiadas de Ajedrez los años 2012, 2014 y en septiembre de 2016 en Bakú (Arzerbayán). Su mejor resultado lo hizo en las Olimpiadas de 2014 al puntuar 7½ de 10 (+6 = 3 -1), con el 75,0% de la puntuación, con una performance de 2.445, y que le significó conseguir la medalla de plata individual del tercer tablero.

En 2015 fue tercera en el Campeonato de España femenino. En 2016 se proclama campeona de España, finalizando el torneo invicta.

En la lista de Elo de la FIDE de agosto de 2016, tenía un Elo de 2355 puntos, lo que la convertía en la jugadora número 2 de España y la 175 del mundo.

En la actualidad es jefa de prensa y relaciones públicas del Magistral Ciutat de Barcelona.

Juega para los equipos del club «Escola d´Escacs Barcelona», en España, y «Echecs Club Montpellier», en la liga de Francia.

Ana Matnadze combina la competición y la educación; su interés por los jóvenes y el ajedrez la ha llevado a hacer de este deporte una actividad educativa y formativa. En 2005 fundó la organización «Chess a Peace Ambassador» (CPA), que suele organizar intercambios de jóvenes ajedrecistas entre Georgia y Cataluña. Su espíritu de lucha y su amor por su país la llevó a organizar un torneo de ajedrez con el fin de recaudar fondos para ayudar a las víctimas de las inundaciones en el oeste de Georgia.

Continúa con varios proyectos para seguir contribuyendo a que el ajedrez pueda llegar a más gente, porque es una herramienta muy potente para educar.

Ana dice del ajedrez: «Me ha ayudado mucho y me ha enseñado muchas cosas. Por eso lo recomiendo a todo el mundo. Desde fuera podría parecer que inviertes mucho tiempo en el ajedrez y la recompensa muchas veces puede ser minúscula en proporción, pero eso es un error muy grande. Cada minuto que dediques al ajedrez se verá reflejado en tu vida tarde o temprano.

Personalmente, me ha aportado muchísimas cosas, de las que destacaría, por ejemplo, el saber luchar por lo que quiero, no conformarme con lo conseguido, levantarme después de una caída, ser más trabajadora, perder con dignidad y respetar los diferentes puntos de vista, trabajar por superarme a mí misma e intentar aprovechar cada oportunidad… y un largo etcétera».

Actualmente sigue compitiendo al más alto nivel y, entre otros proyectos, está su participación en la Copa del Mundo 2018, y se prepara para ello.

Su éxito más reciente fue la medalla de plata individual en el tercer tablero en la Olimpiada de Tromso, pero tiene un amplísimo palmarés.