Ariadna Edo

 “Para mí el esfuerzo es…

Un camino que por largo y pesado que sea, siempre conduce a la recompensa”.

Nacida en Castellón de la Plana el 1 de julio de 1998, con 3 añitos realizó sus primeros cursillos de aprendizaje de natación en la piscina Natura, como una actividad extraescolar más para realizar deporte.

A los 8 años, le diagnosticaron la enfermedad Stargardt, dolencia ocular genética que afecta a la retina, provoca una visión desenfocada y sin nitidez, que dificulta reconocer rostros y formas así como leer tanto de cerca como de lejos, además al final induce a confundir colores de matices próximos (por ejemplo, negro y azul marino). También causa dificultad para adaptarse a la penumbra. Aunque no provoca ceguera absoluta, las personas que la padecen pueden perder agudeza visual hasta llegar a la ceguera. “De momento no es operable. No puedo conducir y en clase voy perdida. No sé cómo me afecta porque tampoco sé cómo me ven el resto de personas”, comentaría años más tarde en una entrevista de abril de 2016.

Eso no le impidió seguir con su vida normal. Cuando en la ciudad construyen la piscina de La Salera, decide probar con la competición y se inscribe en el Club Aquàtic Castelló, sin decir nada de su dolencia y donde concursó con nadadores convencionales en competiciones autonómicas y nacionales con 14 años, consiguiendo en el Autonómico de verano Benidorm de 2012, medalla de Bronce en 200 mariposa y en el Nacional de invierno Palma de Mallorca del mismo año, en Relevos 4×100 estilos y 4×200 libres, 13ª y 15ª posición respectivamente; y, además, quedó a centésimas de la mínima de los 100 mariposa.

Comentaba en una entrevista: “Entrenaba por inercia, si tenía alguna cosa, no iba y no pasaba nada”. Hasta que se marchó al Club Castalia Castelló: “La mayoría de mis compañeros cambiaron de club porque no les gustaba el entrenador y decidí probar yo también”. Allí conocerá a Vicente Richard, su entrenador con mayúsculas, “nos entendemos a la perfección. Cuando hablo con él me siento más tranquila”. “Fue entonces cuando empecé a entrenar más en serio, incluso doblaba en algunos días de la semana, pero aún así no obtenía los resultados que esperaba…”.

“Yo competía a nivel convencional, sin saber que podía hacerlo a nivel adaptado, aunque luego también he seguido nadando con mi club en competiciones normales pese a estar en desventaja porque, a nivel autonómico, también me defiendo”. Y fue precisamente su entrenador Vicente Richard quien notó que ella no veía bien. Él pregunta a sus padres, y le exponen el problema que adolece Ariadna. En la temporada 2013/14 sus padres la inscriben en un campamento deportivo organizado por la ONCE de la Comunidad Valenciana para que conociese niños con patologías similares a la suya. Los monitores quedan sorprendidos por sus marcas en natación y recomendaron a su familia hablar con el Coordinador de Deportes de Valencia de la ONCE, para iniciarla en la alta competición adaptada. “Nunca hubiese imaginado, que la natación adaptada, podría abrirme las puertas para unos Juegos Paralímpicos”, comentaría Ariadna posteriormente.

Obtuvo la licencia de natación adaptada y en febrero de 2014 fue su primera competición en esta modalidad. Tras pasar las pruebas visuales que realiza el Tribunal Internacional del Comité Paralímpico Español, se clasifica en la categoría S-13 (deficientes visuales) ya para poder participar en las pruebas internacionales.

CAMBIO EN LA TRAYECTORIA DE VIDA

Con solo 16 años alcanza en el OPEN DE BERLÍN 2015, la 2ª posición en 800m libres, Recórd de Europa y 2ª posición en 200m libres, también Recórd de Europa. Ariadna manifestaría ante estos logros: “Berlín se convirtió en mi punto de partida.Ha sido el mejor campeonato de mi vida hasta ahora, batí dos récords de Europa, bajé todas mis marcas…”. Y además, después de nadar en once pruebas consiguió tres mínimas para el Mundial. En julio de ese año 2015, recién cumplidos los 17, conquista la Medalla de Bronce en el MUNDIAL DE NATACIÓN ADAPTADA en Glasgow, en los 400m libres.

“Tras sobreponerme a la montaña rusa de emociones que emanaban brazada a brazada, con este último éxito, me convertía en favorita para subirme al podio en Río 2016. Pedí beca para ir a la residencia Blume para prepararme y me trasladé a Madrid”.

En mayo de 2016, en el CAMPEONATO DE EUROPA DE NATACIÓN ADAPTADA en (Funchal-Portugal), logró Medalla de Bronce en 400m libres y Medalla de Bronce en 200m estilos. Y con los JUEGOS PARALÍMPICOS DE RÍO 2016, recién cumplidos los 18 años, consigue Medalla de Bronce en 400m libres y 6ª posición en 200m estilos.

“Detrás de la medalla de Río hay mucha gente: familia, amigos, entrenadores que me han animado. La medalla la tomo como la mejor recompensa por todo lo que he sacrificado al dejar Castellón, ha habido momentos duros… Pero estas últimas competiciones, el mundial, el europeo y los juegos, han sido lo mejor que he vivido como deportista”.

En noviembre de 2016 fue nombrada la Mejor deportista absoluta de la provincia 2016 por la Asociación de la Prensa Deportiva de Castellón.

Está cursando 2º de Bachillerato Científico en Madrid. Todavía no tiene muy claro lo que estudiará aunque le atrae psicología. Y su próxima meta deportiva a largo plazo es prepararse al máximo para los JUEGOS PARALÍMPICOS DE TOKIO 2020. “Confiar en la suerte es un error, es mejor tener un plan de trabajo”.

“La natación tiene unos valores: el esfuerzo, el sacrificio, el espíritu de superación, el trabajo en equipo y el compañerismo que, hoy por hoy, son imprescindibles en mi vida”.

Deseamos que logres todos tus objetivos con la fuerza y constancia que anidan en tu interior, y que tu preciosa sonrisa ilumine siempre el camino hacia las metas que guardes en el corazón. Tu valentía, tu ejemplo de superación y naturalidad te han hecho un hueco en nuestra exposición “Huellas de Mujeres” porque por esos valores eres una promesa como ejemplo para muchas de nosotras.