Aurora de Albornoz Peña

Mujeres Geniales - Otras

Aurora de Albornoz Peña fue una ensayista y poetisa nacida en 1926 en Asturias. Obtuvo una maestría en Artes por la Universidad de Puerto Rico y estudió bajo la tutela de Juan Ramón Jiménez. Completó su doctorado en la Universidad de Salamanca y enseño en las Universidades de Puerto Rico y Madrid.


 

Aurora de Albornoz Peña, una poetisa en el exilio

Aurora de Albornoz Peña (22 de enero de 1926-6 de junio de 1990):«La voz de mi padre –leyendo versos con emoción no disimulada– me llevó a aproximarme a la poesía; a vivir con la poesía».

De familia de notables poetas y políticos, su abuelo y su padre eran conocidos poetas locales. Su padre fue Manuel de Albornoz Carreras, y su madre, María Peña Fernández. El tío de su padre –Álvaro de Albornoz– fue ministro de Justicia del Gobierno de la Segunda República española hasta la Guerra Civil. Con el tiempo, se convirtió en el presidente del Gobierno republicano en el exilio en París y en México, mientras continuaba en España la dictadura de Franco. En 1959, su tío Severo Ochoa de Albornoz (que había huido de España con un pasaporte republicano) y mientras vivía y trabajaba en los Estados Unidos, fue galardonado con el Premio Nobel de Fisiología o Medicina con Arthur Kornberg, por descifrar el ARN.

En la década de 1890, su familia había estado involucrada en negocios en Puerto Rico. En 1944, con dieciocho años de edad, Albornoz se exilió con la familia a San Juan. Allí comenzó su educación universitaria y obtuvo una maestría en Artes por la Universidad de Puerto Rico. Por entonces, comenzó a estudiar bajo la tutela del premio nobel andaluz, Juan Ramón Jiménez.

En agosto de 1950 se casó en Puerto Rico con el andaluz Jorge Enjuto Bernal. Como Albornoz, Enjuto Bernal era de una familia republicana exiliada. Su padre, Federico Enjuto Ferrán, fue un magistrado republicano que formó parte del tribunal que juzgó a José Antonio Primo de Rivera. Después de vivir en Puerto Rico, y luego, por un corto tiempo, en Kansas, y posteriormente en París, el matrimonio se disolvió en 1967.

En 1955, le concedieron –con el apoyo de Juan Ramón Jiménez– una beca para estudiar literatura comparada en La Sorbona, en París. Así, regresó a Europa para continuar sus estudios en París, con José Bergamín, un célebre poeta y crítico español que vivía en el exilio. Luego, regresó a España, para completar su doctorado en la Universidad de Salamanca. Todo el trabajo académico de Albornoz se realizó casi exclusivamente sobre el tema de los escritores exiliados de España.

Entre otras publicaciones, en 1961, Aurora publicó en Puerto Rico Poesías de guerra de Antonio Machado, trabajo que fue prohibido, y no se permitió que se publicara en la España de Franco (el mismo Machado había muerto en el exilio, en 1939, en Collioure, Francia).

Recibió su título en 1966 y regresó a Puerto Rico para convertirse en profesora de la Universidad de Puerto Rico.

En 1968, Albornoz retornó a Madrid, donde enseñó en el Departamento de Humanidades de la Universidad Autónoma de Madrid, y en la Universidad de Nueva York en España. Además de ser profesora y poetisa, Aurora era ya una erudita célebre; se había convertido en una autoridad crítica fundamental de los trabajos de Miguel de Unamuno, Pablo Neruda, César Vallejo, Rosalía de Castro, Federico García Lorca y, particularmente, Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez y José Hierro. Como ya se ha dicho, por su situación de exiliada, su interés, naturalmente, se extendió a la obra de los poetas españoles exiliados, como José Bergamín en París, Rafael Alberti en Buenos Aires, y León Felipe y Juan Rejano en México D. F.

A lo largo de España y en América (Estados Unidos, Puerto Rico, México), Albornoz enseñó en muchos cursos, participando en numerosos congresos, coloquios y reuniones de escritores, colaborando en las actividades culturales que se ocupaban de becas, así como en periódicos, revistas, programas de radio, jurados de premios y grupos literarios.

Aurora se sintió impulsada a introducir, presidir, o leer a españoles emergentes como Claudio Rodríguez, José Manuel Caballero Bonald, José Ramón Ripoll, Fanny Rubio, Álvaro Salvador, el erudito cubano José Olivio Jiménez, Juan Macías, Dionisio Cañas y Luis García Montero.

El 6 de junio de 1990, Aurora de Albornoz, a los sesenta y cuatro años, falleció en su apartamento de Madrid, afectada por una hemorragia cerebral.

Además de una gran cantidad de trabajos críticos de libros, antologías y periódicos, Albornoz publicó once libros de poesía. Fue una poeta innovadora que incorporó poemas en prosa, collage y otras técnicas modernistas en su trabajo. Su estilo tuvo conexiones con el movimiento general de la escritura española hacia el «realismo fantástico» Su trabajo es de particular interés, ya que se extiende a través de la Guerra Civil, la Generación del 50 y las siguientes generaciones que dieron voz a la experiencia de los exiliados.

Aurora de Albornoz reconstruye su historia dándole un sentido circular, sin perder nunca de vista la conexión del tiempo presente con el pasado. La bisagra que une ambos mundos es siempre la memoria, a la que hacen funcionar breves acontecimientos, imágenes, objetos, olores que parecen provenir de un universo lejano, ya perdido. Mediante estas estrategias de yuxtaposición espacio-temporal, da vida actual al espacio perdido de sus vivencias, convirtiendo la historia ya vivida en una historia, en palabras de Aurora de Albornoz, «presentizada»:

«La memoria es capaz de traer al presente momentos y objetos que tuvieron una honda significación en el pasado, y que el poeta logra revivir, “presentizar”, yendo, así, mucho más allá de la mera evocación […] el poeta emplea una serie de procedimientos imaginativos que contribuyen, definitivamente, a que la “presentización del pasado” se convierta en “realidad poética”».

Así, la voz autobiográfica no solamente relata un fragmento o fragmentos concretos de vida, sino que los somete a una reelaboración poética, mediatizada por la memoria, que los «presentiza», haciéndolos parte integrante del momento actual en que se escribe o se lee.

Bibliografía

Camblor Pandiella, Begoña. Cronilíricas, de Aurora de Albornoz, en el contexto del memorialismo femenino del exilio. Universidad de Oviedo.

Fernández de Albornoz, José Luis. Conferencia «Asturias: memorias de la Guerra Civil y del exilio (1937-2007)».

Wikipedia.org