Rachel Carson

Mujeres Geniales - Otras

Nacida en 1907, Rachel Carson fue una precursora de la conciencia ambiental. Se destacó por defender la verdad y por ser una excelente escritora, pero sobre todo, fue una bióloga comprometida que reflejó con poesía sus estudios para divulgarlos. Su libro Primavera silenciosa fue el primero que advirtió del peligro del uso indiscriminado de pesticidas.


Rachel Louis Carson, la defensora de la primavera

Nacida un 27 de mayo de 1907 bajo el signo de Géminis, Rachel Carson se convertiría –junto con otros científicos y estudiosos– en la precursora del llamado ecologismo o conciencia ambiental. Se destacó por ser una excelente escritora, una bióloga entregada a sus estudios y llevarlos al papel con poesía, y por buscar la verdad con respecto a aquellos que nos protegen. Demostró que no somos dueños de la verdad y que aún queda mucho que investigar.

A pesar de haberse criado en una granja, el océano sería uno de sus grandes amores, junto con la escritura.

Ya de pequeña destacó por su pasión por la lectura y, con solo once años de edad, publicó su primera historia relacionada con la naturaleza.

Comenzó sus estudios en la Universidad de Pensilvania para mujeres y, a pesar de que elige la carrera de Literatura Inglesa, en el tercer año decide cambiarse y estudiar Biología, materia que pocas mujeres de su época cursaban.

Finalmente, con veinticinco años, se recibe de bióloga, con calificaciones magna cum laude (con alabanzas), honores otorgados por su desempeño en los estudios. Pero no se conformaría con esto y continuaría sus estudios en Zoología y Genética en la Universidad de John Hopkins. Como, lamentablemente, la familia de Carson se encontraba en un momento económico de necesidad, y su padre enfermo, Carson decide abandonar la idea de un doctorado y comienza a trabajar como profesora.

Un año más tarde, hacia 1935 y con veintiocho años, consigue un trabajo como funcionaria de la Administración de Pesca y Vida Salvaje del Gobierno de los EE.UU., que no solo le permitiría adentrarse en el mundo marino, sino que la llevaría a destacarse como escritora. Comienza a producir guiones para programas de radio y acerca a la gente, a sus hogares, ese mundo tan amado por ella.

Es en este momento de su vida cuando es nombrada editora jefe de todas las publicaciones del Servicio de Pesca y Vida Silvestre, y el nuevo cargo la lleva a lanzarse como escritora.

En 1941, con treinta y cuatro años de edad, publica su primer libro, titulado Under the sea wind (Bajo el viento del mar), que trata sobre la lucha por la vida en el mar y que tuvo bastante éxito; Carson nos introduce en un mundo submarino que, para la época, sorprendería a la gente con su descripción de aquel universo desconocido.

Hacia 1955 escribe dos libros más; el éxito de estos no solo hizo que la autora fuese reconocida, sino que le permitió dejar su trabajo en el Gobierno para dedicarse de lleno a sus investigaciones.

Pero sería su libro Silent Spring (Primavera silenciosa), publicado en 1962, el que la convertiría en la precursora del movimiento ambientalista sin querer serlo, ya que dicho libro se basaba en varias investigaciones. Al recibir varias negativas a publicarlas, o al ver que podrían ocasionar daño a ciertas revistas, es cuando decide convertirlas en un libro.

Para adentrarnos un poco en el gran significado de su última obra, nos situamos en un marco histórico de posguerra, en el que el uso de insecticidas es fomentado por la industria y el Gobierno, tanto en la agricultura como sobre los humanos, para combatir las plagas y las enfermedades causadas por insectos y larvas. Carson, junto con otros científicos, comienza a estudiar la muerte en masa de los pájaros de la región, y empieza a sospechar del componente base de los insecticidas por aquel entonces, el DDT. Terminan descubriendo que lo que les provoca la muerte es la ingesta de larvas e insectos con grandes concentraciones de DDT en sus organismos.

Es por esa razón por la que Carson titula su obra Primavera silenciosa, queriendo remarcar que si la industria siguiera así, los pájaros ya no estarían para recibir a la estación con su cantar.

A pesar de ser acusada de fantasiosa, de histérica, de no contar con bases científicas y de no tener experiencia en el campo científico –además de ser acusada de comunista–, Primavera silenciosa se convertiría en un best seller en EE.UU., ya que la gente comenzó a tomar conciencia de que el planeta es un ser vivo y de que nuestras acciones tienen efectos sobre él. Esto llegaría hasta el presidente Kennedy, quien no solo aprobó su libro, sino que logró llevar su voz al Senado para reclamar que se estableciera «una comisión sobre pesticidas», para proteger e informar a la gente sobre sus peligros: «No digo que los insecticidas químicos no deban utilizarse nunca, pero sí creo que hemos puestos químicos venenosos y biológicamente potentes de manera indiscriminada en manos de personas que ignoran del todo o casi por completo su potencial». Ella logró que su voz fuese escuchada aunque se hubiese apagado esta voz años antes de que se creara la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos.

Carson continuó con sus investigaciones y su lucha hasta su muerte en 1964, a los cincuenta y seis años, a causa de un cáncer de mama.

De su vida privada es poco lo que sabemos, ya que está ligada a su labor como investigadora; pero hay que destacar que Carson llevó esta lucha adelante en medio de problemas económicos. Se hizo cargo de su familia con tan solo treinta años, cuidó de su madre enferma y de sus sobrinas. Sabemos que no se casó, y que mantuvo una hermosa amistad con su vecina, que quedaría plasmada en cartas recientemente publicadas y, a pesar de que se dice que era una persona tímida e introspectiva, podemos ver, en entrevistas realizadas para la televisión, a una mujer tranquila pero con mucha templanza al hablar.

En pleno siglo XXI nos encontramos (más allá del boom por los productos naturales y de agricultura ecológica) en plena conciencia de lo que el llamado progreso económico nos ha dejado, y de lo que la mano humana ha hecho en su nombre al ser humano y su entorno.

Pero es necesario saber diferenciar, y la lucha de Carson no es contra las corporaciones ni contra la industria; ni siquiera, contra los pesticidas. La lucha de Carson es la de un ser humano dotado de amor hacia la vida, que nos suplica que tomemos conciencia y retomemos lo más significativo de la vida, que retomemos la idea de unidad con la naturaleza que todos albergamos dentro.

«Aún se habla en términos de conquista, aún no hemos madurado lo suficiente como para vernos una parte ínfima de un universo vasto. La actitud del ser humano hacia la naturaleza es de fundamental importancia, simplemente porque hemos adquirido el poder funesto de alterar y destruirla. Pero el ser humano es parte de la naturaleza y su guerra contra ella es, inevitablemente, una guerra contra sí mismo».

Bibliografía

http:www.elcultural.com/revista/letras/El-mar-que-nos-rodea/21344

http://culturacientifica.com/2014/04/14/el-caso-de-rachel-carson/

http://laculturaescrita.blogspot.com.es/2009/05/rachel-louise-carson.html

https://es.wikipedia.org/wiki/Rachel-Carson

Documentales:

Earth days movie.

Dying to be heard.