Golda Meir

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Golda Meir nació en 1898. Política, diplomática y estadista, fue la primera mujer en ocupar el cargo de primera ministra de Israel. Comenzó su carrera política en Palestina como representante sindical y más tarde se instaló en Tel Aviv. Se reunió con muchos líderes mundiales para promover la paz en Oriente Medio, entre ellos Richard Nixon, el papa Pablo VI o el canciller de Alemania Federal, Willy Brandt. De su gobierno se recuerdan los tristemente famosos ataques terroristas palestinos del año 1972, como el asesinato de 11 atletas israelíes en los Juegos Olímpicos de Múnich. Murió a los ochenta años, y fue sepultada en el panteón de los «Grandes de la Patria», en Jerusalén.


Golda Meir, la mujer que fue jefa de Gobierno en Israel

«El hecho de ser abuela me da la certeza de que la paz llegará algún día al Medio Oriente: sé que también hay abuelas en Egipto, Jordania y Siria, que quieren que sus nietos vivan» (Golda Meir).

Golda Meir Meyerson nació en Kiev (Ucrania) el 3 de mayo de 1898 y murió en Jerusalén el 8 de diciembre de 1978.

Fue política, diplomática y estadista. Fue también la quinta primera ministra de Israel, donde fue la primera mujer en ocupar este cargo, y la tercera en el mundo en asumir tan alto puesto. Su política intransigente y su estilo de liderazgo le valió el apodo de «Dama de Hierro».

Golda fue la séptima de ocho hermanos de la familia de los Mabovitch, judíos tradicionalistas muy humildes asentados en Kiev, la actual capital de Ucrania. Durante su niñez pasaron penurias y sufrimientos, lo que motivó que primero el padre, y posteriormente toda la familia, emigraran a Estados Unidos. Allí forjó su carácter y comenzó su lucha sionista. Conoció a su futuro marido, Morris Meyerson, un pintor con quien se casaría en 1917 y con el que se marchó a Palestina, donde comenzó su carrera política como representante en el sindicato de los trabajadores del kibutz donde vivía.

Finalmente se fueron de la comuna para instalarse en Tel Aviv, y luego en Jerusalén. Allí, Golda Meyerson dio a luz a sus dos hijos: Menájem (1924) y Sara (1926).

Pero el episodio que cambió la vida de Golda Meyerson ocurrió durante 1928, cuando le ofrecieron ocupar el puesto de directora de Moetzet HaPoalot (Concejo de mujeres trabajadoras), la rama femenina de la Histadrut (el sindicato de los trabajadores).

En 1934 se unió al Comité Ejecutivo del poderoso e influyente gremio sindical Histadrut, cargo que ocupó ininterrumpidamente hasta la creación del Estado de Israel en 1948. Posteriormente fue elegida delegada del Partido Laborista.

En 1938, como «observadora judía de Palestina», asistió a la Conferencia de Evian, convocada por el presidente Roosevelt y que tuvo lugar en Francia. En esta conferencia,cuyo fin era ayudar a los refugiados judíos víctimas del régimen nazi en Alemania y Austria, y que acabó en la Noche de los Cristales Rotos, Golda pudo observar la hipocresía de los 32 países invitados, que se lamentaban de lo sucedido, mostrando simpatía por los perseguidos, y al mismo tiempo se excusaban para no ofrecerles refugio.

Desde que fue elegida secretaria general de Mapai (Partido de los Trabajadores de la Tierra de Israel, ideológicamente de izquierda), en 1969 y hasta 1974, año en que abandonó la política, Golda Meir fue la primera mujer en dirigir un partido político en Israel, jefa del Departamento de Estado del comité central de la Agencia Judía, la Sojnut; la mano derecha de David Ben-Gurión. Fue nombrada primera embajadora de Israel ante la Unión Soviética, y diputada por su partido, el Mapai, en la primera legislatura de la Knéset (el Parlamento israelí). Más tarde, fue ministra de Trabajo y Seguridad Social, ocupando la cartera de Asuntos Exteriores bajo el primer ministro David Ben-Gurion. Golda Meir promovió vínculos con los Estados de reciente creación en el continente africano, en un esfuerzo por ganar aliados en la comunidad internacional, a la vez que se ofrecía como modelo de reciente construcción ante estos nuevos Estados africanos.

En 1969 y principios de 1970 se reunió con muchos líderes mundiales para promover la paz en Oriente Medio, entre los que se encontraban Richard Nixon y el papa Pablo VI. En 1973 recibió la visita en Israel del canciller de Alemania Federal, Willy Brandt.

En agosto de 1970, Meir aceptó una iniciativa de paz presentada por los Estados Unidos, conocida como Plan Rogers, instando a la terminación de la Guerra de Desgaste (entre Egipto e Israel, continuación de la Guerra de los Seis Días) y como parte de un acuerdo de paz global que involucraba a ambos bandos, árabes e israelíes; estos se comprometieron a retirarse de las tierras conquistadas a cambio de «fronteras seguras y reconocidas». A pesar de la voluntad inicial de Israel de aceptar la propuesta, Egipto finalmente rechazó el plan.

De su gobierno se recuerdan tristemente los famosos ataques terroristas palestinos del año 1972: el secuestro del avión Sabena, célebre porque en su liberación participaron dos jóvenes militares, futuros primeros ministros de Israel: Ehud Barak y Benjamín Netanyahu; la masacre del Ejército Rojo Japonés en el Aeropuerto Internacional Ben Gurión, con un saldo de 25 víctimas; y, sobre todo, el asesinato de 11 atletas israelíes en los Juegos Olímpicos de Múnich en 1972. A raíz de esta brutal matanza, Meir hizo un llamamiento al mundo para «salvar a nuestros ciudadanos y condenar los atroces actos criminales cometidos».

Durante su gobierno, destacó la eficiente política exterior, sobre todo con la Unión Soviética, permitiendo durante 1970 la emigración de unos 200.000 judíos soviéticos hacia Israel a través de Austria.

En 1973, Israel hizo frente a una nueva agresión bélica realizada por una coalición de países árabes, conocida como la Guerra de Yom Kipur. La agresión árabe fue rechazada, pero la guerra dejó una profunda herida en la sociedad israelí. Golda Meir consiguió ganar las elecciones generales de 1974, pero las protestas por cómo se llevó a cabo la guerra se fueron incrementando en todo el país, lo que llevó a la primera ministra a presentar su dimisión poco después de su reelección, el 11 de abril de 1974, siendo sustituida por Isaac Rabin al frente del Gobierno y del Partido Laborista. Cuatro días después renunció a su banco del Kneset y se retiró definitivamente de la vida política.

Pasó sus últimos años con su hija Sara. Murió el 8 de diciembre de 1978, a los ochenta años, a consecuencia de la leucemia que padecía. Cuatro días después, fue sepultada en el panteón de los «Grandes de la Patria», en el Monte Herzl de Jerusalén.

Golda Meir no fue profeta en su tierra, aunque en la comunidad internacional se la recuerda como una gran dirigente, carismática y singular; una judía con mucha fuerza, capaz de sintetizar las más complejas situaciones en una frase sencilla y proverbial. En Israel, en cambio, muchos la recuerdan como una mujer terca y obstinada, con una actitud intransigente para con los árabes, que finalmente provocó la traumática Guerra de Yom Kipur.

El nombre de Golda Meir ha quedado indeleblemente unido al del Estado de Israel por haber participado activamente en su fundación.

Bibliografía

https://es.wikipedia.org/wiki/Golda_Meir