Simone de Beauvoir

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Simone de Beauvoir, nacida en París en 1909, fue una filósofa y escritora que rechazó muchas costumbres de su época. Conoció muy joven a Jean Paul Sartre, que la introdujo en el mundo masculino y cerrado de los intelectuales de los años treinta. Su consagración literaria llegó en 1949 con la publicación de El segundo sexo, del que se vendieron un millón de ejemplares en los EE.UU., y que se convirtió en el marco teórico esencial para las reflexiones de las fundadoras del movimiento de liberación de la mujer. Falleció en 1986.


Simone de Beauvoir, defensora de la mujer

Simone Bertrand de Beauvoir nació en París en 1909, en el seno de una familia burguesa. George de Beauvoir, su padre, hubiera preferido que Simone, su primogénita, fuese varón, para llevarlo a la prestigiosa Escuela Politécnica de París. A pesar de ello, su padre transmitió a Simone el gusto por la literatura y, siendo esta adolescente, decidió hacerse escritora. En 1928 terminó sus estudios universitarios de Filosofía con una tesina sobre Leibniz y consiguió la plaza de profesora.

De niña obediente y ejemplar se convirtió pronto en una jovencita rebelde, rechazando muchas de las costumbres aprendidas, entre ellas las religiosas, y reconoció que con catorce años perdió su fe cristiana. No entendía que los padres de su mejor amiga, Zaza, –fallecida a los veintiún años– no le permitieran a su hija estudiar música, por la que sentía pasión. A los dieciocho años escribió su primer ensayo literario, cuya protagonista tenía muchos rasgos en común con ella, y encontró en la literatura el medio ideal para expresar sus vivencias y darle sentido a su existencia.

Conoció muy joven a Jean Paul Sartre, profesor e intelectual que escribió acerca del existencialismo y que la introdujo en el mundo masculino y cerrado de los intelectuales de los años treinta, frecuentando Montparnasse, donde se daban cita artistas y pensadores que preconizaban un tipo de vida liberal. Estas nuevas influencias la desarraigaron de su familia y viejos amigos.

En ningún momento perdió su sensibilidad como mujer, combinándola con su faceta de intelectual, justificándose a lo largo de sus memorias, por un lado en Mémoires d’une jeune fille rangée y, por otro, en La force de l’âge, como mujer escritora y mostrando la dificultad de las mujeres para encontrar un sitio dentro de la élite intelectual del momento.

Mujer liberal y provocadora, su primera novela, Primaldad de lo espiritual (1937), no pudo ser publicada, pero lo hizo más tarde, en 1979, con el título Cuando predomina lo espiritual. La invitada se publicó en 1943; en esta novela, la escritora describía, mediante personajes ficticios, sus relaciones sentimentales, a la vez que elaboraba una reflexión filosófica sobre la lucha entre las posibilidades de la reciprocidad en las relaciones.

Con Sartre y otros intelectuales franceses de izquierda, fue la fundadora de una revista, Les Temps Modernes y, a través de una sección, escribió artículos con el fin de denunciar la explotación de la imagen de la mujer en carteles publicitarios y en programas de radio y de televisión.

Publicó varios ensayos y novelas donde habló de su compromiso con el comunismo, el ateísmo y el existencialismo. Viajó por numerosos países (EE.UU., China, Rusia, Cuba…), donde conoció a relevantes personalidades comunistas, como Fidel Castro, Che Guevara, Mao Zedong o Richard Wright.

Su consagración literaria tendrá lugar en el año 1949 con la publicación de El segundo sexo, obra donde analiza el papel de la mujer en la sociedad y la construcción del rol femenino. Se vendieron más de veintidós mil ejemplares en la primera semana, no sin gran escándalo, siendo sus ideas objeto de animados debates literarios y filosóficos. Los ambientes más conservadores o El Vaticano mismo se mostraron muy críticos. En los EE.UU., se vendieron un millón de ejemplares de la obra, que se convirtió en el marco teórico esencial para las reflexiones de las fundadoras del movimiento de liberación de la mujer.

Su análisis de la condición femenina se apoya en los mitos, las civilizaciones, las religiones, la anatomía y las tradiciones. Simone de Beauvoir fue muy crítica con la maternidad impuesta socialmente y con el matrimonio como vía exclusiva para la realización de la mujer. Este análisis fue muy polémico y, en particular, el capítulo dedicado al aborto, que entonces se equiparaba al homicidio.

La obra culmina con un alegato sobre la necesidad de la igualdad entre sexos que elevó el trabajo a la categoría de «biblia del feminismo». Su preocupación era concienciar a la mujer de que su papel es tan solo una construcción social imaginaria a base de tópicos y mitos creados por los hombres; y, por otra parte, exigir al hombre la revisión de sus perspectivas con respecto al papel de la mujer.

La obra Cérémonie des Adieux es un homenaje a Sartre tras la muerte del filósofo, una forma de despedida a una relación de amor sincero de cincuenta años e inaudita para su época. A pesar de la absoluta identificación entre sus almas, no compartieron jamás el mismo techo e hicieron uso ambos de su libertad individual, pero sin dejar de estar entregados a una mutua necesidad del uno por el otro en una perfecta simbiosis. Les unió un pacto de amor necesario –en palabras de Sartre– en oposición a los amores contingentes que ambos tuvieron sin menoscabo de su unión. Una relación de amor y paridad al mismo tiempo.

En 1964 publicó Una muerte muy dulce, dedicada a la muerte y a la figura de su madre. La eutanasia y el luto forman el núcleo de este relato cargado de emoción, donde manifiesta con rabia y dolor su visión acerca de la muerte. A partir de este momento, Simone comenzó a reflexionar sobre la vejez, cada vez más cercana. En 1970 publicó La vejez, centrada en la situación de la ancianidad en el imaginario occidental y en donde critica la marginación y ocultamiento de esta realidad.

Percibió la enorme desigualdad que sufrían las mujeres de su época, viendo además que esta desigualdad era pasiva y que no se le prestaba la suficiente atención. Desenmascaró numerosos tabúes y significados escondidos detrás de las acciones cotidianas que realizaban las mujeres.

Si somos iguales, seremos más libres, escribió Simone de Beauvoir, defendiendo a la mujer como identidad propia, desligada de un sistema que, en la época en la que le tocó vivir, oprimía y relegaba al «segundo sexo» a la condición de esposa, madre, hija, sin más elección.

Las ideas de Simone de Beauvoir recorrieron el mundo, y por muchos lugares empezaron a proliferar los centros «Simone de Beauvoir», dedicados, al igual que Simone, a promover la libertad y emancipación femenina.

En 2008 se creó en su honor el Premio Simone de Beauvoir por la Libertad de las Mujeres. La emancipación de la mujer fue su ideal de lucha. Sin negar la diferencia biológica, denunció todo un sistema en el que existía un sexo dominado y un sexo dominador. Quiso, tanto para los hombres como para las mujeres, la igualdad de oportunidades, y la verdadera emancipación la situó tanto en el plano del trabajo como en el de la sociedad. Cada persona, consideraba Simone, «debe elegir su propia vida».

Falleció en abril de 1986 en París.

Bibliografía

Le Deuxième Sexe. Simone de Beauvoir. Gallimard. 1949.

Mémoires d’une jeune fille rangée. Simone de Beauvoir. Gallimard. N.R.F. 1958.

La force de l’âge. Simone de Beauvoir. Gallimard. N.R.F. 1960.

Tout compte fait. Simone de Beauvoir. Gallimard. 1972.

La Cérémonie des Adieux. Simone de Beauvoir. Gallimard. 1981.

La Voz de Galicia, jueves, 9 de enero de 2014.

Biografías y vidas. Simone de Beauvoir.

Simone de Beauvoir: de «jeune fille rangée» à «jeune femme révoltée».